En el
olvido perpetuo vive uno cuando falla la memoria. ¿Cómo se lleva desde pequeño
esta falta de memoria?, pues bastante mal. No se puede ser un buen estudiante cuando
esta cualidad falla, pero lo más triste es cuando las personas que deberían
detectar esta carencia no lo hacen.
Cuando
estás en la escuela le dicen a los padres “puede pero no quiere”, te esfuerzas
y te esfuerzas sin resultado, te frustras porque quieres pero no puedes,
obtienes como resultado unas broncas terribles y, lo peor de todo, te cuelgan
el sambenito para siempre: VAGO.La vida va pasando a base de reírme de mi mismo, “despistado que soy...”, me voy apuntando todo para acordarme y me olvido de consultar el apunte con el resultado de siempre: “te has olvidado de mi cumpleaños...”
Con trentaitantos años vuelvo a intentarlo con el mismo resultado, pero esta vez es cuando me doy cuenta de mi problema con ayuda de otras personas. Mi forma de ver la vida cambia por completo, me quedo en paz conmigo mismo y ahora es cuando realmente empiezo a vivir con mi problema, me doy cuenta de que todas las dificultades por las que he pasado en mi vida son debidas a lo mismo y de que tienen solución siempre teniendo que esforzarme más que los demás para obtener el mismo resultado.
Lo más importante de todo: cada día me voy a dormir con una sonrisa en los labios al pensar que he superado todas las pruebas que se han presentado hasta ahora.
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