miércoles, 26 de enero de 2011

Observaciones desde un hospital

Durante un período bastante largo de tu vida piensas que eres indestructible, que nada te puede afectar, que todo lo que va ocurriendo a tu alrededor sólo le pasa a los demás, pues va a ser que no. Que ya vamos teniendo una edad en la que el cuerpo deja de ser el de superman y pasa a ser el de un ciudadano normal y descubres que se estropea como el de todo el mundo, te acuerdas de lo que te decían: cuídate, come bien, no fumes y no bebas que después lo notarás cuando seas mayor. y ese "después" ya ha llegado y, si tienes suerte tendrás el cuerpo en condiciones y te responderá pero si no, entrarás en una espiral descendente en la que lo único que te queda por hacer es procurar que la cuesta abajo sea lo menos pronunciada posible. En mi caso el cuerpo me ha respondido y puedo seguir con mi vida normal aunque mi "vida normal" no sea la que llevaba antes sino una que tengo que empezar a construir a partir de ahora y que pienso cuidar con todo el amor de que sea capaz. Hoy es el primer día del resto de mi vida. AAS.

Dedicado a Leo, mi compañero de habitación de hospital y a su extraordinaria familia.
Ánimo que tú puedes con todo.