¿Os habéis parado a pensar por un momento en lo importante que es la luz en nuestras vidas?.
En cuestión de comodidades, en el lugar donde vivo no existe diferencia alguna, a no ser por la calidad de vida de la zona. Sólo hay una cosa que hecho de menos: la luz, y no me refiero a la de las casas o las calles sino a la que tenemos por ejemplo en las autopistas o en muchas de las carreteras del extrarradio de la ciudad de Barcelona. Allí por donde circulaba tenía todas las vías iluminadas y sin darme cuenta la luz formaba parte de mi vida sin contar que más allá se apagaba. Aquí en cuanto sales del círculo del pueblo deja de existir, y una negrura impenetrable hace que el hecho de sacar al perro a pasear sea un hecho desagradable. Además en invierno es de noche...¡a las cinco de la tarde!. Santa bombilla bendita líbranos de todo mal. AAS.
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